sábado, julio 16, 2005

No obrar... he ahí el dilema

Todo el mundo toma lo bello lo bello,
y por eso conocen qué es lo feo.
Todo el mundo toma el bien por el bien,
y por eso conocen qué es el mal.
Porque, el ser y el no-ser se engendran mutuamente.
Lo fácil y lo difícil se complementan.
Lo largo y lo corto se forman el uno de otro.
Lo alto y lo bajo se aproximan.
El sonido y el tono armonizan entre sí.
El antes y el después se suceden recíprocamente.
Por eso, el sabio adopta la actitud de no-obrar
y practica una en sin palabras.
Todas las cosas aparecen sin su intervención.
Nada usurpa ni nada rehúsa.
Ni espera recompensa de sus obras,
ni se atribuye la obra acabada,
y por eso, su obra permanece con él.


Tao Te Ching II

jueves, julio 14, 2005

Inconsecuencia

La mayoría de las personas con las que me he topado han demostrado ser inconstantes, tienen poca coherencia entre lo que dicen y lo que hacen. Inconstancia para mantener una idea, un sentimiento. Como en vivido recuerdo de la ignorancia que a veces les rodea.

Los veo como objetos risibles ante mi propia existencia, y me pregunto ¿son humanos? No. Más bien son animales indefensos, el feto prematuro de un mono.

Esta isla es una trampa. Todas las costumbres, vicios, fealdades y atractivos del trópico emblematizados por una fórmula colosal en la que se incluye algo inefable: la sabrosura. El MTV que nos carcome el cerebro todos los días.

Por eso aquí mi meta, es alcanzar la hiperconsciencia. La volubilidad es la fórmula para la ignorancia, y la banalidad su secuela.

En el subdesarrollo la gente es inconsecuente.